Decir que sufro únicamente cuando tengo a todos al tanto de mi bienestar, seria mentirme. Porque ver que incluso los Nymwere que apenas conocí hoy me ayudan con su sangre, me ayuda a sentirme feliz y complacida.
— Tú no vas a darle sangre, hace dos días estuviste bebiendo. Eso no es bueno para ella. — dice uno de los Nymwere que conocí apenas hoy.— Jean tampoco puede, él fuma.— ¿Qué tiene que ver que fume con mi sangre?— Todo. — responden los chicos al unísono.Mientras ellos discuten sobre quien será mi mejor donador, yo siento que soy solo una tubería que recibe la sangre por un lado y la suelta por otro, sin tener la posibilidad de aferrarme a ese preciado líquido que tanto necesito.Aunque todo esta destruido a mi alrededor, tengo a todos pendiente de lo que necesito o simplemente, se alejan para no estorbar o cuidar de alguna a