Mis tres hermanos alfa regresaron a la sala junto con Elena. Antes de que ella pudiera comenzar su teatro, Diego ya había establecido conexión mental con toda la manada.
—Busquen dónde ha estado Ariana estos últimos días. Ahora mismo. Quiero nombres: quién la vio, a dónde fue. También revisen la vieja guarida de nuestros padres. Necesito saber todo lo que hizo, cada cosa.
Cortó la comunicación con frialdad calculada. En cuanto obtuviera esa información, reconstruiría mi ruta paso a paso y después me haría pagar de una forma que jamás podría olvidar.
Solté una risa amarga. ¿Ya había borrado Diego de su memoria lo sucedido?
Hacía poco, cuando salió a cazar solo, la Manada Luna Roja le tendió una emboscada y tres de sus mejores guerreros estuvieron a punto de destrozar a su lobo. Cada golpe de sus garras plateadas buscaba el punto mortal, calculado para matarlo.
Percibí su peligro al instante. Me lancé hacia él sin dudarlo, abriéndome paso entre los árboles hasta llegar completamente heri