Capítulo 39: Una segunda oportunidad.
Con todas las cosas listas, Vania va sentada sola en el jet de Ulises, Alina se quedó para arreglar lo de su traslado al igual que Ulises, pero todo está dispuesto para que ella llegue directo a la casa de sus padres, en donde sabe que será recibida con los brazos abiertos junto a su hijo.
El trayecto a su casa es con cierto miedo y vergüenza, porque nunca se imaginó que regresaría de esa manera: divorciada, con un hijo, humillada y sin terminar su carrera.
Pero lo que no mata, solo te hace más fuerte y eso es lo que pretende hacer, volverse más fuerte. Tal vez, en el futuro, encontraría la manera de darle revancha a Mateo con una demanda para limpiar su honor, pero también para cobrarse lo que le hizo a su hermano y su primo con la empresa.
Por estar sumida en todo eso, no se da cuenta que ya ha llegado cerca de la tienda de su madre, se baja para caminar lo último que le falta, con una sonrisa por estar luego entre sus brazos, pero lo que encuentra