Aunque Ellen estaba dispuesta a ayudarla de todo corazón, Katherine no quería molestarla más.
Katherine ya estaba conmovida porque Ellen la dejara quedarse temporalmente y no quería convertirse en una carga para su amiga.
Pedir ayuda constantemente no mantendría su amistad, sino que las distanciaría.
Al enterarse de que Katherine buscaba trabajo, Ellen la animó y a la vez se sintió pensativa.
—Katherine—. Viendo a su amiga ponerse un traje profesional, Ellen no pudo evitar preocuparse por la primera entrevista de Katherine. —¿De verdad tienes que ir? ¿Por qué no pregunto a mis amigos si hay algún puesto adecuado para ti?
A diferencia de Ellen, Katherine era una dama de prestigio.
Había sido mimada desde niña, e incluso después de casarse con Anthony, la familia Ross nunca la maltrató en cuanto a comida y ropa.
Ahora bien, cambiar repentinamente de entorno y tener que trabajar de nueve a cinco fue sin duda un reto para Katherine.
Ellen se preguntó si realmente estaba bien.
—Estaré bien