Katherine descendió las escaleras, sintiendo el peso del vestido rosa que llevaba puesto. Cuando llegó al final, su mirada se encontró con la de Anthony, que estaba de pie, esperando en la entrada. Él lucía impecable en su traje de terciopelo azul marino, un aire de confianza y poder rodeándolo.
Katherine sintió cómo su corazón latía con fuerza al sentir el contacto de Anthony. Aunque su mente le gritaba que se mantuviera distante, su cuerpo reaccionó de manera diferente. El perfume de él era envolvente, y la cercanía la hizo dudar por un instante.
—Te ves espectacular —dijo Anthony, con una sonrisa que dejaba entrever su satisfacción.
Katherine se esforzó por mantener una expresión neutral, recordando que solo era parte de su plan.
—Gracias —respondió, intentando que su voz sonara firme.
Anthony la observó un momento más antes de entrelazar sus dedos con los de ella, llevándola hacia la salida.
—Esta noche será especial —anunció, con un tono que sugería que tenía grandes expectativas