Sofía caminaba por los pasillos de la mansión Ross, inquieta. Su mente estaba ocupada en los próximos movimientos que debía realizar para mantenerse un paso adelante de Anthony. Sabía que, tarde o temprano, todo podría desmoronarse si no se movía con cautela. Pero en ese momento, su celular comenzó a vibrar en su bolso. La pantalla mostraba un número que reconoció de inmediato: provenía de la antigua mansión Ross. Su corazón dio un vuelco.
Con nerviosismo, descolgó la llamada y llevó el teléfono a su oído.
—¿Sí? —dijo, su voz tensa.
Al otro lado de la línea, una voz baja y apresurada respondió con urgencia:
—Señorita Carter, el señor Anthony ha descubierto al señor James. Lo sabe todo.
El mundo de Sofía se tambaleó. Un silencio mortal se apoderó de ella mientras procesaba las palabras. "Lo sabe todo". ¿Qué significaba eso exactamente? ¿Cómo lo había descubierto? ¿Acaso James había confesado? Su mente comenzó a girar en un torbellino de pensamientos caóticos. La sangre le abandonó el r