—Asignen personal adicional para vigilarla. Informen de cualquier signo de perturbación o actividad inmediatamente.
Después de hablar, miró a la mujer que tenía al lado y se fijó en la herida deliberadamente expuesta del cuerpo de Sofía.
—Ya puedes volver y descansar. No te preocupes por mí—. Su tono se suavizó, mostrando por fin algo de paciencia.
Anthony, mostrando un cansancio inusual, dejó a Sofía sin saber cómo responder a sus palabras de mando. Sin embargo, su intuición le decía que debía quedarse, a pesar de todo, para cuidar de él.
Porque se trataba, sin duda, de una oportunidad única en la vida.
—Anthony, permíteme quedarme y cuidar de ti. No soporto la idea de dejarte solo.
—No es necesario. Alexander, escóltala de vuelta.
Anthony estaba molesto y cansado. Sus ojos oscuros no mostraban ninguna emoción.
Se llevaron a Sofía. Al otro lado de la puerta, miró de mala gana hacia el interior, y luego se marchó ante la insistencia de Alexander.
—Sr. Walsh... ¿Cómo ocurrió la lesión