—Lo lograrás, Katherine. —le aseguró Oscar, mientras Malcolm la miraba en silencio, compartiendo la misma promesa en sus ojos.
La mirada de Katherine se tornó fría, oscura, cargada de una intensidad que ninguno de los presentes había visto en ella antes. Sus ojos brillaban con una furia contenida, mientras sus labios se fruncían en una sonrisa amarga.
—No dejaré que Anthony se vaya sin pagar por todo lo que me hizo —dijo, su voz firme y baja, casi como un susurro venenoso—. No solo quiero el divorcio... quiero verlo caer. Quiero que sienta el peso de todas sus acciones, que su poder se desmorone frente a sus ojos.
Oscar y Malcolm intercambiaron miradas, sabiendo que este era un punto de no retorno para Katherine. El deseo de venganza estaba profundamente arraigado en ella, y no iba a detenerse hasta que Anthony Ross pagara por todo el sufrimiento que le había causado.
Malcolm fue el primero en hablar, con su tono neutral pero firme:
—Si esa es tu decisión, estaremos contigo hasta el f