Cuando Katherine recuperó lentamente la consciencia, lo primero que sintió fue el frío del estetoscopio del médico de la familia Marsh. Seguía sintiéndose mareada, pero su mente estaba más clara que antes. Al abrir los ojos, escuchó la voz seria de Gregory, quien le preguntaba al médico sobre su estado de salud.
—Es un poco extraño —respondió el médico—. El veneno ya ha salido completamente de su sistema, pero sigue presentando síntomas de debilidad extrema y mareos. Puede haber otros factores, pero para estar seguros, debemos realizar más pruebas de laboratorio y descartar cualquier complicación.
Gregory asintió, con su rostro mostrando una mezcla de preocupación y paciencia. Sin perder tiempo, el médico procedió a tomarle una muestra de sangre a Katherine para el análisis.
Una vez que el médico se marchó, Katherine, aún débil pero preocupada, susurró apenas audible:
—¿Oscar y Malcolm...? ¿Están bien? —Aún no podía sacarse de la cabeza la imagen de ellos siendo retenidos.
Gregory, qu