16. DESEO.
Dimitri
El sabor de sus fluidos aún se sentía en mi lengua. No podía creer que sus besos provocaran miles de deseos calientes en mí, era como si un volcán estaba por erupcionar y la causa de ella, lo era Avril. Esta locura de casarme con ella para lograr el objetivo oculto era también una ambición de tenerla para que a Sebastián le duela. Quizás todo lo que él hizo fue porque debía ganarse la confianza de su padre, sin embargo, a mí no me engaña. La amaba, me lo dijo en el pasado y esa manera en como hablaba de ella, no fue actuación. Pero a veces el dinero y la ambición de querer tener mucho, era lo que afectaba el cerebro del ser humano, hasta volverlos egoísta. Es algo similar lo que sucedió con mis tíos, cuando mi padre genero mucho dinero al encontrar petróleo en ese rancho, empezó la envidia hasta de mi propia abuela encontrar de mi pobre madre.
Solté un suspiro de cansancio, me llevé dos dedos a mi sien, tratando de no seguir pensando en esas personas que lo único que provocan