10. BESO ROBADO
Avril
Cuándo llegamos al departamento, Dimitri estacionó su coche en la entrada, baje si esperar que él abriera la puerta del copiloto. Se acerca a mí y sin tanto esperar le propine una cachetada por abusivo, sobre paso los límites de mi paciencia. Él alzó las cejas y me miró sin ninguna emoción.
—Por qué no dice nada —Espete molesta
—¿Qué quieres que le diga?—Respondió con su habitual arrogancia.— Ah, ya sé. ¿Por qué la cachetada? — Inquirió con burla.
Lo miré escéptica.
—Por atreverse, a besarme sin mi consentimiento. — Él ríe despacio como si fuera un juego.—No le permito que lo vuelva hacer —Volví a recordarle.
—Ah, bien la próxima se lo avisaré, por el momento solo sobate, si no te gusto. De todos modos solo fue un beso robado.
Lo golpeo otra vez y él solamente sonrió sin ninguna expresión. Este tipo es un arrogante. Decido entrar, pero él me jala del brazo y me besa nuevamente, trato de alejarme, sin embargo tiene más fuerza que un toro, su lengua roza la mía, dejando su sabor e