Thomas entonces volteo a verla con lentitud, encontrándola con un nuevo camisón. Tenia las manos firmemente colocadas en su espalda y su rostro demostraba temor.
—¿Hay algo que pueda hacer por ti? —le cuestiono preocupado por ella.
Catherine no tuvo oportunidad de responderle y es que una vez más experimento aquel terrible dolor. Al verla, se apresuró a su lado para sostenerla; lo cual ella le agradeció profundamente.
Había creído que cuando llegara ese momento estaría sola, que él probablemente no sabría siquiera por lo que pasaba. Sin embargo, se encontraba a su lado y sin estar dispuesto a dejar de estarlo, aun si ella se lo pedía.
La sostenía con cuidado y afecto, lo cual no habría esperado jamás. Sin embargo y a pesar del dolor y del resto de lo que pasaba; aquello casi se sentía como un sueño y es