Catherine sentía que no podía continuar con aquello. Estaba exhausta y experimentaba un dolor como jamás había vivido, este era tan terrible que apenas podía pensar con claridad. Temía no poder lograrlo y le asustaba lo que eso podría significar para su hijo.
Se sujetaba con fuerza a Thomas, quien permanecía firme a su lado y eso era lo que deseaba de él; necesitaba que fuera su roca en esa tormenta.
—Cuando sientas de nuevo el dolor, debes comenzar a pujar —le instruyo Catalina.
Sin embargo, ella no tenia del todo claro lo que eso significaba.
—¿Qué? —deseo entender.
—El bebe casi está aquí y necesito que pujes —le revelo, mientras continuaba en poción entre sus piernas.
—No, eso no puede ser —intento negarlo y es que todo estaba pasado d