En cuanto Joseph llamó a la ambulancia, salió de su despacho y se encontró con Mary que caminaba por el pasillo, alejándose de la habitación de Eileen.
—¿Dónde vas? —le preguntó, alzando levemente la voz.
La mujer se dio media vuelta y le recordó:
—Le avisaré a Malena que su mamá deberá ir al hospital, pero que estará bien.
—¿Estás segura de que es buena idea? —inquirió.
—Se lo prometiste…
Joseph asintió y siguió a Mary hasta las escaleras.
Mientras la mujer continuaba con su camino, él bajó los escalones a toda velocidad y salió al porche de la mansión.
Estaba dispuesto a esperar a la ambulancia bajo la lluvia, con tal de n