179

Mael estaba tan agotado que se durmió profundamente apenas terminó de comer. Luva regresó poco después con mi comida y dos sacos medianos, que contenían el jengibre y la manzanilla que le pidiera ya molidas.

—La reina dispuso que les traiga la cena aquí a la misma hora que ella cenará con Eldric —dijo la mujerona, y su sonrisa delató sus intenciones de no obedecerle—. No los dejaré pasar todo el día sin comer, así que llámame cuando despiertes y les traeré un buen almuerzo, aunque sea a media tarde.

—Gracias —respondí sonriendo también.

Luva dirigió una mirada a Mael, que seguía durmiendo como si nada, derrengado, y meneó la cabeza respirando hondo.

—Esas malditas sanguijuelas —gruñó por lo bajo—. Recuerdo cuando vino a verme con Ragnar, alto y robusto, con ese porte orgulloso de los lobos. Y míralo ahora.

—Ni me lo recuerdes —suspiré con una mueca.

—Por supuesto. Perdóname.

Antes de marcharse, insistió en enjuagar la tina, que tenía

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP