178

Permitir que mis emociones se salieran de control tampoco ayudaría. Precisaba mantener la cabeza clara y fría como nunca antes. Y de paso, aprovechar para liberarme del odioso yugo de adicción que Olena me había impuesto.

Tomé la mano de Mael respirando hondo y lo llevé a la tina. Al menos no se puso como mula empacada cuando lo desvestí, aunque advertí la mirada que le echaba al collar de plata cuando se lo quité, de añoranza o resignación como si lo despojara de algo valioso.

Soltó un largo suspiro al sumergirse en el agua caliente, y lo insté a recostarse contra el borde de la tina. Sumergí un paño mediano antes de doblarlo, acomodándolo bajo su nuca a modo de almohadilla.

Intenté cubrirle los ojos con otro paño húmedo, para ayudarlo a distenderse, pero apartó la cabeza. Advertí que miraba hacia afuera por la ventana frente a la tina y no insistí. Al otro lado, los copos de nieve caían con lentitud caprichosa bajo un manto de nubes que parecían al alcance de

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP