Emily suelta el vidrio y cae al piso con su mano sangrando casi a chorros. Nicolay la retiene entre sus brazos deteniendo su caída, sentándola en sus piernas. Toma su rostro, la observa detenidamente buscando en su expresión dolor y lo único que observa es: decisión. Mientras tanto el líquido corre por manchando la ropa de ambos.
El miedo se va apoderando poco a poco de ella. Que se desvanece lentamente. Entonces Nicolay pierde la compostura.
—¡Darko! —grita por ayuda —Maldita sea Emily despierta —grita de nuevo, tomado por la desesperación al ver la sangre brotar de la herida abierta en la mano de ella.
El recuerdo de su esposa muriendo entre sus brazos envuelta en un charco de sangre lo ataca como si fuera un puñal introduciéndose sin cesar en su pecho.
Darko llega. Se para liza ante la escena. Observa la sangre, el vidrio roto e incluso la pistola en el piso haciéndose una vaga idea de lo ocurrido tomando en consideración que no se escucharon disparos. Rápidamente llega hasta ellos