Su mirada la traspasa. Emily unca había experimentado una sensación de asfixia tan agresiva en el cuerpo como la de este momento cuando sus helados ojos contemplan con furia contenida su rostro, siente sus rodillas temblar amenazando con dejar de sostenerla. Acaba de cometer el peor error de su vida porque el hombre frente a ella, el peligroso Nicolay Romanov la está mirando diferente, con muchas ganas de asesinarla. No es que le parezca extraño, el hombre es un asesino, un hampón, pero hay un contrato y las cláusulas son claras (al menos las que leyó) solo la matará si intenta escapar.
La indecisión de Nicolay es evidente. Quiere acabar con su vida. Lo haría en un instante por el cuello. Romperlo sería tan sencillo, tan gratificante. Pero lamentablemente para él, su palabra vale mucho más que sus deseos e instintos asesinos, el contrato es claro y fue él mismo quien lo redactó.
Y se apegará a ello.
Pero esto es una falta de respeto porque estuvo hurgando entre sus cosas, una acción q