—¡Ani! —la pequeña se suelta de la mano del grandulón y salta a los brazos de una Anita casi desmayada por la impresión —. El tío D trajo un regalo ¿sabes? Es muy gruñón, pero nos ama a todos —la risa de Becky contagia a algunos y tensa a otros.
—Lo sé mi amor —Dimitri se acerca, mira a Anita con tanta intensidad que ella siente como sus piernas fallan. Le hace entrega del juguete.
—Es para Eric, felicidades —su voz un gruñido tenso indica la incomodidad del hombre.
—Gracias —dice Anita sin mirar. El corazón le va a mil.
Becky agarra la mano de Anita para llevarla a una gran caja de obsequios. Dimitri se retira con el desastre de emociones a flor de piel. Al mirara a Darko y a Egor que sonríen como tontos resopla indignado.
—Lo hice por Becky, ella es la única que merece todo mi amor —los hombres rompen en carcajadas —¿de qué se ríen, idiotas?
—De que por primera vez parecía que te cagarías en los pantalones —Egor lo empuja al hablar.
—Sabes que puedo romperte el cuello por tocarme ¿v