Jacob Morgan se ve obligado a contraer matrimonio por obligación su única intención es salvar su compañía de la bancarrota asumiendo el liderazgo de las empresas Morgan, puesto que es batallado por su primo Derek, a regañadientes acepta un encuentro orquestado por su madre con Natalia Redmond de inmediato queda prendado por la belleza de la dulce e inocente chica, pero rápidamente se da cuenta que sus exigencias no serán bien recibidas por la joven cuyo carácter obstinado se convierte en la horma de su zapato, lo que ignora Jacob es que Natalia oculta sus verdaderas intenciones al aceptar el matrimonio. Muchos secretos, muchas intrigas y muchos obstáculos. REGISTRADA EN SAFECREATIVE BAJO EL NUMERO 2503131157738. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. PROHIBIDA LA REPRODUCCION TOTAL O PARCIAL DE LA PRESENTE OBRA POR CUALQUIER MEDIO O SU ADAPTACION SIN LA AUTORIZACION EXPRESA DE LA AUTORA.
Leer másJacob.-
La tenue luz de la lámpara junto a la soledad como mi única compañera finalizo el boceto del diseño del auto que mostraré a los inversionistas el día de mañana, me he trazado mi propio camino a pesar de mi apellido aunque ser el presidente del imperio de los Morgan no estaría mal podría convencer a la abuela Clara de invertir en mi empresa, pero como solo soy un adoptado no se me considera digno para ejercer el cargo.
Pese a eso desde siempre me he enfocado en cumplir cada una de mis metas sin distracciones, tengo mi empresa no es tan grande como las de mi familia, pero todo lo que he conseguido gracias a mi esfuerzo.
La única pesadilla en todo esto es mi madre sé que solo busca que sea exitoso y quiere que trabaje en conjunto con su sobrino Derek el niño bonito y engreído, el preferido, pero primero muerto antes que trabajar con ese idiota.
Todas la vida hemos sido rivales aunque por ser adoptado no tuve la misma atención que él, mi madre Caroline se casó a muy temprana edad, pero el fracaso en su matrimonio apareció cuando no pudo tener hijos, su esposo la abandonó y ella en un viaje a Italia donde pensaba matar su despecho se topó con un accidente automovilístico donde quedé huérfano, sin dudarlo me convirtió en su hijo.
Me ha llenado de cariño y me brindó una estabilidad económica, como toda madre busca lo mejor para mí, me impulsa aunque a veces me saca de quicio, es ella la que en mi nombre ha batallado para que yo tenga el puesto de CEO del imperio de los Morgan, el celular comienza a vibrar sobre mi escritorio y hablando de la reina de roma.
— Madre –Respondí observando el boceto a detalle.
— ¡Hijo mío ingrato! –Suelta con un poco de dramatismo. –Si no te llamo tú te olvidas por completo de mí.
— No exageres he estado ocupado
— ¿Ocupado para tu madre? –Me separo el teléfono de la oreja mirándolo con fastidio. –Bueno me alegra saber que por lo menos estás vivo, te tengo una noticia –Dice con emoción. –Conversé con mi madre y me indicó que están buscando afianzar el imperio Morgan y que siempre quede en familia
— Perfecto ¿Y? –Le respondo sin darle importancia a su parloteo.
— Tu abuela está decidida a dejarle la presidencia al nieto que se establezca con una esposa y eche raíces, que siente cabeza pues –Abrí la boca sorprendido antes de soltar una carcajada.
— ¡Pues entonces los Morgan estamos jodidos! –Seguí riéndome. –Madre Derek y yo lo único que tenemos en común es que no queremos atarnos a una sola mujer.
— Pues tanto tu abuela como yo lo haremos una obligación –Reconocía ese tono de voz, uno terco no dispuesto a dar su brazo a torcer.
— ¿Qué quieres decir? Madre ¡NO! voy a casarme olvídalo.
— Pues lo lamento ya estoy en busca de una esposa para ti y vas a ser un caballero, ya es hora, no estoy dispuesta a perder mi herencia por la obstinación de dos cabezotas.
— ¡Madre no te atrevas! –Le advierto soltando un gruñido.
— ¿O que Jacob Alexander? Te recuerdo que fui yo quien te dio la mitad del dinero para iniciar tu empresa como un préstamo, como tú exigiste, puedo obligarte a cumplir las cláusulas de pago de manera legal.
— Me amas demasiado para hacer algo así –Alegué al amor de madre que siempre la ablandaba.
— Sí, te amo, pero ya es hora y tienes la edad para comprometerte y darme nietos.
Justo cuando iba replicar ella colgó la llamada, odiaba cuando mi madre me obligaba a hacer algo, forzarme a invitar a una chica a un baile de graduación fue una cosa, pero obligarme a atarme al lado de una mujer, pasar mi vida acompañado de alguien que no quiero esto es llegar al límite y caballero una m****a, a cualquiera que escoja la haré vivir un infierno.
— ¡Al diablo los Morgan!
Natalia.-
Masajeo la parte baja de mi espalda una vez terminado de limpiar todos los platos, pase el pañuelo por mi frente limpiando el sudor, ya podía irme a mi habitación y cerrar mis ojos hasta el día de mañana.
Claro ese anhelo fue opacado por la voz de mi tía Fedora llamándome mientras entraba en la cocina.
— Natalia –Escuché el sonido de sus tacones sobre el precioso mármol italiano recién pulido por Ermita y yo el día de hoy antes de su fiesta del té.
— Dígame tía –El tono de mi voz salió con desgano.
— Mañana te llevaré conmigo de compras y al salón de belleza –Ella notó el desconcierto y la sorpresa expresada en mis ojos. –Verás después de todo acogerte en mi techo va a resultar beneficioso, hemos escuchado que uno de los nietos de Clara Morgan está en busca de una esposa digna y tú figuras entre las candidatas.
— ¿Qué? –La esperanza fue evidente en mi pregunta, un matrimonio, por fin podría librarme de estas cadenas.
— No te emociones no creas que porque la señora Morgan te elija te irás de aquí sin pagarnos todos estos años en los que te hemos dado de comer y techo, además de pagar tus estudios, pasado mañana Caroline Morgan vendrá a conocer a la heredera de los Redmond y serás educada, elegante y carismática, le sacaremos provecho a la belleza que heredaste de tu madre –Se acerca tomando entre sus dedos un mechón de mi cabello rubio. –Sí lo hiciste con un pobre diablo en el pasado puedes hacerlo ahora, recuerda que solo yo sé dónde se encuentra tu hija, mañana te quiero levantada y lista para salir a las siete.
Mis ojos se llenan de lágrimas al recordar a mi bebita, esa que mis tíos me arrebataron de los brazos al nacer sin ninguna piedad hace dos años. Mis padres murieron cuando tenía diez años, con una diferencia en meses, mi madre murió de cáncer en el cerebro y mi padre se hundió en la depresión de haberla perdido, no tenía más familia más que mi tía Fedora y su marido, todo el dinero de mi padre según mis tíos fue a parar en los pagos de los gastos médicos de mi madre y sus cuidados, él descuidó todo su negocio para atenderla dejándonos en quiebra, aunque me cuesta creerlo era muy bueno administrando, pero qué más da.
Mis tíos me acogieron, pero para ser su criada a cambio de las tres comidas y un techo y el pago de mis estudios, me sacaron de la escuela privada donde había estudiado toda mi vida y me metieron en la escuela pública no tenían hijos, pero nadaban en dinero gracias al bufete del marido de Fedora.
Ahora tenía la oportunidad de hacer mi propia vida, pero bajo sus condiciones ¿Cómo podre ocultar mi pasado? “Jacob Morgan” el nombre hizo eco en mi mente, si es un buen hombre tal vez pueda conseguir una solución y obligar a mi tía a que me diga donde escondió a mi hija.
Jacob.- — No puedo creer que tú te vayas a casar –Veo desde el espejo a la que es mi madrina de honor.— Y yo jamás pensé que te vería en un traje, te sienta bien –Digo sonriendo al ver a Leti con un traje y corbatín.— Tenía que vestirme de acuerdo a mi papel, estoy muy feliz por ti mi amigo –Me abraza con fuerza. –Ella esta hermosa, creo que llorarás— Muchas gracias por todo Leti, en gran parte tengo una familia gracias a ti –Se encoje de hombros.— Solo debes prometerme que serán felices, debo ir a colocarme en mi lugar –Deja un beso en mi mejilla y sale de la habitación.Había llegado el momento en el que Natalia y yo uniríamos nuestras vidas para siempre ante todas las personas que nos aprecian y ante nuestros hijos ¿Estaba nervioso? Sí, recuerdo cuando le dije a mi madre que primero estaría muerto antes que casarme y aquí estoy.Daré este paso con seguridad ahora que sé lo que sucedió aquella noche cuando la conocí a esa hermosa rubia que me conquistó con esos movimientos de c
Natalia.- Me miro una vez más en el espejo, tengo la cara roja y los ojos vidriosos producto de la bebida, arreglo un poco más mi cabello, huelo mi aliento, ¡Cerveza! Tomo uno de los cepillos de dientes.Me sentía nerviosa y emocionada a la vez, mi corazón latía con fuerza mientras me miraba en el espejo, ajustando un mechón de cabello que se había escapado.— ¡Que nerviosa estoy! ¿Cómo se me ocurrió venir a un hotel con un extraño? ¡Estoy loca! –Me muerdo el pulgar mirando la puerta por el espejo, ¿Será que si le digo que quiero irme se enojará? –Ahora tengo miedo, bueno cualquier cosa a pegar gritos como una desquiciada, me termino de enjuagar la boca y exhalo tomando la fuerza que necesito para salir.Lo veo sentado en el borde de la cama la luz de la luna se reflejaba en él como si no fuera de este mundo se veía tan perfecto.— ¿Segura que quieres estar aquí? –Su pregunta me sorprendió ¿Puede que de verdad me lea los pensamientos? Pero ver la inseguridad y preocupación en sus ojo
Jacob.-— No sé si lo mejor sea ese psicólogo amigo tuyo ¿De verdad tiene un título? –Le pregunto con amargura a Derek.— Chris es muy bueno, de no ser por él nunca habría podido descubrir que Anna… –Hizo silencio, era evidente que a mi primo le seguía afectando que le hicieran creer que la mujer que ama estaba muerta. – ¿De qué tienes miedo? –Me quedé en silencio. –Es obvio que no quieres que ella recuerde algo ¿Tú ya lo hiciste?— No, pero y si no fue tan… especial y si yo… –Simplemente no podía decir las palabras, eso me perturbaba hasta congelarme la sangre.— Jacob, no puedes vivir así no te hará bien y tampoco a Natalia, ni a tus hijos, tienes que descubrir todo lo que pasó esa noche no queda de otra, es así como todos esos miedos van a desaparecer, de lo contrario vivirás con la duda y eso te va a acompañar toda tu vida como un amigo que siempre te da malos consejos.Bajo mi cabeza y observo a Natalia dormida sobre mi pecho, mientras acaricio su hermoso cabello dorado, el idiot
Natalia.- Hace dos días llegamos a Seattle, no me acostumbro a la preciosa casa que nos consiguió Derek, el primo de mi prometido sí que se las trae, escogió un hogar perfecto familiar, pero sin perder el lujo y la elegancia de los Morgan y sorprendentemente logró que me encantara sobre todo porque tiene decoraciones en su arquitectura que me hacían recordar a mi hogar.Dejar Nueva York fue difícil viví toda mi vida allí, los mejores momentos con mis padres fueron en esa ciudad que para muchos es caótica y superficial, antes de irnos fui al cementerio y me despedí de ellos, descubrir la verdad me hizo cerrar un capítulo y ahora aquí estoy, decidida a comenzar una nueva vida junto a una nueva familia.Coloco a Ethan en su cuna ya dormido después de comer dejando un beso sobre su cabecita, salgo de la habitación y camino lentamente hacía mi habitación, observo a Jacob dormir, una de mis imágenes favoritas, camino hasta la terraza aprovecho la hermosa vista, pensando en lo que sucederá
Natalia.- Tres Semanas Después.- Mi recuperación estaba casi finalizada, me esforcé en mejorarme por mi hijo, me costó mucho dejar el hospital sin Ethan, elegimos ese nombre para nuestro pequeño, las primeras noches no podía dormir, pensando en él solito en este lugar, así que obligué a la pediatra a que dejara quedarme con él por lo menos cuatro noches a la semana iba a armar un berrinche, pero gracia a lo persistente que soy accedió, pude estar cerca de mi hermoso bebé luchador.Y el momento que tanto esperamos Jacob y yo llevarlo a casa había llegado, sus pulmones estarán madurados y respiraba por sí solo, hace dos días pude cargarlo por primera vez y el alma me volvió al cuerpo, sabía que mi pequeño lucharía por quedarse junto a nosotros.— Voy a programar algunas consultas solo por prevención, pero los resultados de los exámenes practicados a Ethan arrojaron excelentes resultados, así que pueden llevárselo a casa sin problemas.— Es la mejor noticia que he recibido en semanas –
Jacob.- Estaba en el baño del hospital tratando de quitarme su sangre de las manos con desesperación mientras mis lágrimas descendían sin cesar, lo único que tenía en mente es que ambos debían salvarse, no puedo elegir no puedo.Vi en el espejo mi traje manchado, saco de la bolsa que me trajo mi madre la muda de ropa extra que me entregó para que Lucía no me viera. Mi pecho subía y bajaba.— Ya me has jodido bastante ¿No crees? –Miro al techo como si alguien pudiera escucharme. – ¡No te atrevas a quitármelos! –Dije en modo de advertencia, salí del baño topándome con Leticia. – ¿La encontraste?— Ya está resuelto no te preocupes –Caminamos en silencio hasta la sala de espera, mi corazón se detiene al ver al médico conversando con mi madre alejados, me acerco rápidamente.— Dígame –Le ordeno siento como mi respiración se agita y cada segundo es una eternidad. – ¡Hable doctor! –Digo exasperado.— Mi príncipe cálmate déjalo hablar –Mi madre me acaricia el hombro.— La bala se alojó en la
Último capítulo