95. ¿Cómo mirar al monstruo?
El lunes por la mañana nunca pasó tan rápido. Por más que quiera que el tiempo se arrastre, es como si los minutos se burlaran de mí, corriendo más deprisa de lo que me gustaría.
Tras la comida con James, intento sin éxito centrarme en los documentos de mi mesa. ¿Cómo voy a revisar nada si en unas horas estaré cara a cara con David otra vez?
Esa pesadilla, su último mensaje… todo me remuerde.
Siguiendo el consejo de James, justo después de nuestra charla le mandé un mensaje a David avisándole del dinero.
Su respuesta fue casi inmediata, confirmando lo que James y Ethan decían sobre su codicia. Ni siquiera preguntó cómo había conseguido diez mil dólares antes de tiempo.
El móvil vibra en la mesa y doy un respingo. Miro rápido la pantalla y veo el nombre de Ethan. Respiro aliviada.
«¿Cómo estás?»
«Bien, amor. Trabajando.» Miento, y los dos lo sabemos.
«Ya voy de camino a la empresa, nos vemos en un rato.»
«Tengo ganas de verte.»
Dejo el móvil y me echo hacia atrás en la silla