50. Prometo que esta fue la última
Siento cómo mi corazón se acelera cuando los ojos de Lauren se clavan en los míos, serios. La ligereza de hace unos segundos se desvaneció por completo, dando paso a un ambiente extraño e incómodo.
Trago saliva, intentando no parecer tan nerviosa como estoy. ¿Tan obvia soy?
—No sé de qué hablas —digo, en un tono más bajo de lo que pretendía, lo que solo hace que su ceja se alce aún más.
—Por favor —Lauren cruza los brazos y se inclina ligeramente hacia adelante, como si quisiera intimidarme—. Conozco a mi hermano lo suficiente como para notar cuando algo está… diferente.
Miro hacia la entrada de la cocina, deseando que Ethan regrese y ponga fin a esto, pero solo el silencio me responde.
—Trabajamos juntos, eso es todo —insisto, esta vez un poco más alto—. No hay nada más allá de lo profesional.
—Justo a donde quería llegar —dice, señalándome con el dedo—. Lo pregunté porque sé que algunas mujeres, a veces, ven en tipos como mi hermano algo más que una oportunidad laboral.
—¿Cr