Punto de vista de Armonía.
Regresando a la fiesta, puse una cara feliz, sin importar el torbellino dentro de mí o la sensación incómoda en mi estómago. Hoy se trataba de los niños y los sobrevivientes de la violencia doméstica.
Sonreí como si nada estuviera mal y Mav me observaba de cerca. Solo me miraba con incredulidad, que un segundo estaba temblando y llorando, y al siguiente estaba riendo y sonriendo como si nada hubiera pasado.
—Deberías dedicarte a la actuación. —me dijo Mav y yo le sonreí, pero sé que la sonrisa no llegaba del todo a mis ojos. Él también lo sabe. Me dio un beso en la cara llena de pintura naranja y me reí mientras él se apartaba con pintura en la punta de la nariz, los labios y el mentón.
—Tienes pintura en la cara. —dije mientras usaba mi manga para limpiársela, y él se rio.
—Buena suerte quitándote esa pintura de la cara. No me sorprendería si el naranja te ha manchado la piel. —se rio y mis ojos se agrandaron. Oh, bueno, qué mal. No pensé en eso cuando me la