—Oh, bueno, ¿qué tal si esta noche, cuando hayamos terminado aquí, vemos una de mis favoritas? —me encantaba Charlie y la Fábrica de Chocolate cuando crecía y estaba segura de que a Melodía también le encantaría.
—¿Podemos comer palomitas de maíz? —me reí entre dientes y asentí con la cabeza.
—Sí, pero no muchas. Creo que ya estarás llena con todas las golosinas que tenemos aquí. —le dije, haciendo un gesto con los brazos y ella miró a su alrededor. Sus ojos se abrieron mucho y ¿estaba babeando? Miré a Mav y él levantó la mano y movió los labios haciendo una cuenta regresiva. Una vez que llegó a uno, Melodía gritó y salió corriendo.
—Melodía, ten cuidado. —gritó Mav tras ella mientras corría mirando todos los puestos de juegos y comida. Reí entre dientes.
—Déjala ser. Esto va a ser abrumador para muchos de los niños. Ella está segura aquí y lo sabes. —le dije a Mav mientras lo golpeaba con la cadera y él se rio antes de besarme.
—Lo sé. Te amo, cariño. —me dijo. Yo me reí y le di un rá