—Ella quería que estuvieras muerto, por eso añadieron el contrato para ti, además de para él. —Miró a Daniel y este apretó los puños.
—¿Por qué aceptaron sus exigencias? Me pregunto qué tiene ella contra ustedes. Quiero decir, sé que los tres se han acostado con ella, como muchas otras personas. Verán, para Luna ustedes no son más que peldaños para conseguir lo que quiere. ¿De verdad creen que cuando tenga lo que desea, su hijo, su heredero, seguirá con vida? No, también lo matará a él. —Les dije porque no me equivocaba.
Luna estaba loca e inestable, no podía evitar pensar que era mi culpa por no haber estado ahí para ella.
—Tengo órdenes de matar a los cuatro, a menos que me digan lo que necesito saber, entonces los dejaré ir.
Patricio miró a Alonso, quien solo me observaba fijamente.
—Luna cree que fuimos nosotros quienes mataron a tus abuelos, pero no fuimos nosotros, creo que tuvo algo que ver con Román. Nunca tuvimos problemas con ellos, ni con tu familia, en realidad. Fue Luna,