Punto de vista de Guadaña
El resto de la reunión no fue más que una repetición de lo mismo, en cuanto terminó, Rebel se levantó y se marchó. Nosotros la seguimos en silencio.
—Rebel, detente. —Le dije al alcanzarla.
Ella tenía esa expresión decidida, concentrada en un solo objetivo: encontrarlos y cumplir con lo que le habían ordenado.
—¿A dónde vas? Necesitas descansar. —Le hablé suavemente, justo cuando Daniel se acercaba por detrás y apoyaba una mano en su hombro. Vi cómo ella respiraba hondo.
—A ver a nuestros amigos, Patricio y Alonso. Ellos deberían saber dónde está Román y qué planea Luna. Ya los escuchaste ahí dentro; quieren a Román muerto y a Luna capturada. —Espetó, y supe que pensaba lo mismo que yo.
Si los papeles se hubieran invertido, la habrían matado sin dudarlo. Todo eso era una locura.
—Entonces tengo que ir al hospital. Rodri será el chico dorado, pero sigue siendo mi hermano, y estaba tan asustado de morir... nunca podré olvidar la expresión de su rostro. En ese