Me limité a asentir con la cabeza, apartando la mirada de sus ojos ardientes.
—¿Entonces qué? ¿Te vas a mudar? ¿Vas a jugar a la familia feliz? ¿Es eso, Rebel? ¿Me mandarás a la mierda a mí y a cualquiera que se interponga en tu camino, que ha estado ahí para ti? ¿Mandarás a la mierda mis sentimientos, ¿no? —Lo miré y me puse de pie para intentar hacer que me entienda.
—¿Por qué, Rebel? Contéstame, ¿por qué? ¿Por qué él y no yo? ¡Yo te amo, carajo! —Me eché hacia atrás, como si me hubiera abofeteado. ¿Qué? No, solo decía eso porque éramos amigos. No lo decía en serio, no de la manera que yo quería.
—Lo siento, Diego, nunca quise lastimarte —Intenté acercarme, pero él retrocedió y dejé caer mi mano, bajando la cabeza. Esto me dolía demasiado.
—No me toques, no te me acerques. Siempre te he amado, Rebel, no como amiga ni como hermana. Te he amado. Pero sé que nunca me amarías. Así que ya terminé. Les deseo lo mejor a ti y a él —Abrió la puerta para que me fuera. Me quedé ahí, luchando co