Punto de vista de Salvaje
Pasó otro mes desde que le quitaron el soporte vital a Ángel, pero ella no había despertado. Eso nos tenía preocupados, temiendo que nunca lo hiciera.
Rebel me daba sus peluches y juguetes para llevárselos a su mamá todos los días; decía que eran para protegerla. Así que yo le llevaba uno nuevo cada día a Ángel. Según me explicó Rebel, como no podía estar con su mamá, sus juguetes la vigilarían hasta que pudiera verla de nuevo. Me conmovió hasta las lágrimas tener una niña tan amable, hermosa y cariñosa, era igual que Ángel cuando era pequeña.
Ángel odiaba ver a la gente triste, así que hacía todo lo posible por devolverles la sonrisa, era lo único que sabía hacer. Nunca fue mala ni cruel, veía el mundo de otra manera, a través de los ojos de una niña inocente y pura. Pero yo destruí su inocencia, y su forma de ver el mundo.
Desde que pasó a estar en coma, tuve tiempo para pensar en todo lo que había pasado, llegando a la conclusión de que se merecía algo mejo