Punto de vista de Salvaje
Había pasado una semana desde que Ángel salió del hospital. Mi hombres y yo habíamos estado saliendo todos los días siguiendo pistas y nada. Era como si siempre estuvieran unos pasos adelante, por lo que empezaba a cabrearme. Cuanto más tardaban, más crecía en mí la idea de que nunca recuperaríamos a Rebel.
Ángel había dormido la mayor parte del tiempo. Se había quedado dormida llorando, y eso me partía el corazón, sabía que se culpaba a sí misma. No me dejaba consolarla, así que todo lo que podía hacer era esperar a que se durmiera para dejarla sola.
Mi madre y algunas de las mujeres de los miembros club la vigilaban, las chicas también, pero estaban actuando raro. Sin embargo, no tenía tiempo para lidiar con más dramas, tenía que encontrar a mi hija. Me senté en la silla de nuestro dormitorio y la observé hasta que se quedó dormida.
Cuando Ángel dormía profundamente, la dejaba para volver a comenzar la búsqueda de Rebel, no me rendiría hasta tenerla en casa.