El cine seguía muy concurrido esa noche. La función de las nueve, la que Regina había elegido, estaba llena.
Por suerte, no se encontró con nadie conocido. Además, la película le pareció bastante entretenida, así que se mantuvo absorta en la pantalla y el tiempo pasó sin que se diera cuenta.
Cuando terminó, ya era bastante tarde. Al llegar a casa podría irse a descansar.
De camino a casa, recordó que al día siguiente empezaba a trabajar en el set, así que se lo comunicó a Gabriel.
—Mañana empiezo en el set.
Él, que entendía a grandes rasgos en qué consistía su trabajo, solo respondió con un murmullo afirmativo.
Mientras esperaba en un semáforo en rojo, giró la cabeza para preguntarle:
—¿Por cuánto tiempo?
Esta vez era una serie web de bajo presupuesto.
—Como veinte días, quizá un mes —respondió ella sin darle importancia.
El gesto de Gabriel se relajó y una sonrisa asomó en sus labios.
—Bien.
No le preguntó a dónde iba. Al llegar a casa, Regina fue a su cuarto y cerró la puerta.
Gabrie