Club 1997.
Regina tenía mucho tiempo sin venir a este lugar.
Habían vuelto a cambiar a la recepcionista, así que tuvo que llamarle a Lisa para que le dieran acceso al ascensor.
No necesitó que un mesero la guiara. Conocía el sitio a la perfección y encontró el salón privado sin problemas. Sabía que era inútil tocar, pues adentro no la escucharían.
Así que solo empujó la puerta.
—¿En qué cabeza cabe? Regina se va a casar con el mantenido ese que tuvo Beatriz. ¿No le da asco?
—¡Llegaste!
La voz de Lisa resonó, y las palabras de Susana se cortaron. Todas las miradas se clavaron en la entrada.
Contó unas siete u ocho personas en el interior. Eran las mismas de siempre, salvo por una cara que no reconoció. Lisa se levantó y caminó hacia ella para tomarla de la mano y llevarla adentro.
—Ven, te presento a alguien. Ella es Marcela, mi prima. Le encantó el collar de zafiros que me diseñaste y quiere que le hagas uno.
—Marce, ella es Regina, mi mejor amiga. Platícale lo que quieres, te va a enc