Al bajar del carro, Regina revisó su celular. Eva seguía atorada en el tráfico, ni siquiera había podido subir al viaducto. Menos mal que Andrea había salido temprano. Además, frente al centro deportivo había un centro comercial.

Regina y Andrea cruzaron para buscar un lugar donde comer. Apenas entraron, vieron una fila larguísima de gente. Al frente, lo primero que saltaba a la vista eran los pósteres gigantes y las figuras de cartón de Sebastián. Había fans repartiendo artículos de la gira. Andrea se detuvo.

—¿Quieres que te tome una foto?

Regina se quedó extrañada.

—¿Por qué?

Andrea señaló hacia la figura de cartón. Mucha gente se estaba tomando fotos ahí. A Regina no le pareció la gran cosa.

—Ya casi vamos a entrar. Lo vamos a ver en persona, ¿no?

—¡Claro! ¡Tú te puedes tomar una foto con el de verdad!

Su amiga recalcó esas últimas palabras con un tono burlón. Ella no le hizo caso y siguió caminando.

—¡Ay, espérate! Tómame una a mí, la quiero subir a mi perfil.

Regina se detuvo. An