Capítulo 235
Silvia estaba encantada y le lanzó una mirada cómplice a su hijo.

—Ya es tarde. Suban a descansar de una vez.

Gabriel tenía su propio cuarto en la casa familiar. Aunque no solía quedarse a dormir ahí, Silvia se aseguraba de que la empleada lo mantuviera impecable todos los días. Ahora que Regina y él estaban casados, era lógico que compartieran la habitación.

Regina subió las escaleras detrás de él.

Él abrió la puerta del cuarto y ella entró detrás. La habitación era mucho más grande que la de su departamento y la decoración era mucho más lujosa.

Incluso la cama matrimonial era más grande que la que tenían en casa.

Él se volteó para verla.

—Métete a bañar tú primero.

Ella desvió la mirada y respondió con un monosílabo. Dejó su bolso sobre un mueble y, en cuanto entró al baño, le puso el seguro a la puerta.

Dentro del baño, todo venía en pares: las toallas, los cepillos de dientes, los vasos. Los colores delataban que eran juegos para pareja.

Era obvio que su suegra había planeado que s
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