Carlos

Mi padre no había dormido en dos días. Lo observé mientras entrenaba a los guerreros hasta que sus brazos temblaban, ocultando cuidadosamente su propio agotamiento bajo el poder de Alfa. Pero noté que sus manos temblaban ligeramente cuando demostraba movimientos, cómo sus ojos escaneaban constantemente nuestras fronteras.

—Las defensas del norte necesitan refuerzo —insistió durante el consejo matutino. Los mapas de batalla cubrían todas las superficies, con ciertas posiciones marcadas con peculiar intensidad—. Aquí, y aquí. Esperarán que defendamos el acceso oriental...

—¿Ellos? —Preguntó Gerard con cautela—. ¿Tenemos información específica sobre...?

—Experiencia —mi padre lo interrumpió—. Algunas amenazas siguen patrones, si sabes dónde buscar.

A través del vínculo de pareja, sentí la preocupación de Salvia mientras observaba desde su posición con los sanadores. Ella también lo veía: la manera en que estudiaba ciertas posiciones defensivas con un enfoque casi desesperado.

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