Quizás porque las emociones son totalmente diferentes.
—Nicolás White, el hombre del momento. —Guillermo no es mayor; podría decir que tiene la misma edad que Nick, si la supiera.
—Guillermo. —Nick lo saluda con el mismo entusiasmo. Parecía que eran cercanos—. Ven, quiero presentarte a una escritora y al parecer tu fan.
Nick me señala, y yo sonrío como una boba.
—Mucho gusto, señor Lombardi, Addison Carter. Déjeme decirle que sus libros son maravillosos. —No puedo llamarlo de otra manera cuando no nos conocemos.
—Vaya, qué belleza de mujer. —Su comentario me hace sonrojar. Nick aprieta la mandíbula, y supongo que algo le molesta, pero decido no darle importancia.
Guillermo toma mi mano y besa el dorso. No puedo estar más roja. Una fan frente a su famoso favorito.
Esta noche tenía que ser mi noche de suerte. Lombardi me guiña un ojo, y sonrío ante su gesto, notando cómo la línea de la mandíbula de Nick se pronuncia más.
—Addison trabaja para la editorial de Richi, y él le ha pedido que