—¿Te parece bien entregar flores muertas?
Se vuelve y se ríe.
—Me han hecho encargos más raros.
Parpadeo. «¿Como qué?» Sigue andando sin darme más explicaciones, así que busco la tarjeta y la saco como puedo del diminuto sobre.
DICE QUE TE NECESITA. NO ES VERDAD.
CREES QUE LO CONOCES. NO ES VERDAD.
ALÉJATE DE ÉL.
Se me para el corazón y de repente me viene un nombre a la cabeza.
Coral.
Debería preocuparme, pero no es así. La nota hace que me ponga posesiva. La imagen del famoso atributo de Nick cruza como un rayo por mi cabeza. Dejo caer todo lo que llevo, tomo la perniciosa nota y la hago pedazos lentamente.
¿Quién coño se cree que es? Un polvo, eso es lo que fue. Nada más que un polvo de conveniencia.
¿Habrá vuelto a contactar con Nick? ¿Debería preguntárselo y despertar su curiosidad? Porque no quiero contarle nada de esto. No quiero que se ponga nervioso.
Puedo encargarme de las amenazas vacías. ¿Que me aleje de él o qué?
Tiro las flores muertas y la tarjeta a la papelera más cerc