—Sí. —Niego con la cabeza y la observo acercarse al mostrador. Me aseguro de que está entretenida pidiendo, saco el móvil del bolso y le mando un mensaje a Lucas. Necesito desahogarme.
¡La zorra sinvergüenza se ha plantado en mi oficina!
Me contesta de inmediato. No era la clase de mensaje que uno deja para luego.
¡¡¡No jodas!!! Addison, deja de hablar en clave. ¿Quién es la «zorra sinvergüenza»?
Casi se me escapa un taco.
¡Lily!
Contesta en seguida.
¡¡¡¡¡¡¡¡Nooooooo!!!!!!!!
Mis dedos vuelan sobre el teclado mientras levanto la vista para comprobar que Lily sigue ocupada.
¡Como te lo cuento! Te llamo luego.
Me dispongo a guardar el móvil en el bolso cuando recibo otro mensaje. Como si lo viera: está emocionada y tecleando a toda velocidad con sus dedos blancuchos. Seguro que está conduciendo.
Llámame ahora y deja el móvil sobre la mesa. ¡Quiero oír lo que tiene que decir!
Doy un respingo y niego con la cabeza. ¡Es la locura! Sería incapaz de mantener la boca cerrada si oye algo que no