—Abajo. —Me ofrece la mano y me mira con expectación, pero yo la rechazo y me dejo caer al suelo con cuidado, me quito las bragas y me dirijo hacia la bañera.
Me meto y empiezo a descender a regañadientes al sentir el escozor del agua. Hago caso omiso del gruñido de desaprobación de Nick ante mi rechazo. Estoy demasiado ocupada apretando los dientes y concentrándome en meterme bajo el agua, que pronto empieza a aliviarme en lugar de apuñalarme. Me recuesto y cierro los ojos con un suspiro de alivio.
Siento que me observa. Abro un ojo y veo que tiene las cejas levantadas hasta el nacimiento del pelo y mueve la cabeza para indicarme que me aparte. Hago todo lo posible por demostrar las molestias que me causa hacerlo tomándome mi tiempo y resoplando sin parar mientras me desplazo hacia adelante para hacerle un sitio. No sé por qué me estoy comportando de esta manera tan insolente. Bueno, sí. Me molesta que mis heridas de guerra sean una nimiedad en comparación con las suyas y