Capítulo 155 —Estoy aquí, encerrado.
Capítulo 155 —Estoy aquí, encerrado.
Narrador:
La noche había caído sobre la ciudad con una calma engañosa. Lloviznaba. Una de esas lluvias finas y persistentes que no limpian nada, solo empapan el alma, pegando el cabello a la piel y convirtiendo las calles en espejos rotos de luz artificial.
En el último piso de un edificio algo deteriorado, Miranda Adler se servía una copa de vino tinto con movimientos lentos. El reloj marcaba las 21:40. La botella estaba a medio vaciar. El departamento olía a humedad, a encierro, a documentos viejos. Sonaba una canción suave desde el teléfono, olvidado sobre la encimera: algo melancólico, quizás francés, que flotaba apenas sobre el zumbido constante de la nevera.
Había trabajado toda la tarde en los papeles del juicio y esayado cada una de sus palabras con precisión, esas que declararía en pocos días en el juzgado. La demanda por la custodia de Sasha estaba en curso, y su abogado le había prometido una resolución rápida. Ya se veía ganando. Ya se i