―¿Qué diablos esta haciendo señor Black? ―le doy un codazo para quitármelo de encima pero parece que es y hierro porque ni siquiera se inmuto. ―Suelteme balbuceo forcejando con su mano.
―Señor Black. ―dijo mi jefe estrechando su mano. ―No sabia que tenia trabajo por esta ciudad.
―Que coincidencias de la vida ¿no crees?. ―Enzo levantó una ceja y dio una leve sonrisa torcida. ―Necesito hablar con Sasha a solas.
―Entiendo. ―me mira a mi. ―No te demores.
―Si jefe.
Cuando él sale me libera de su agarre y furiosa le pregunto que diablos se propone haciendo semejante espectáculo y se justifica con que fue solo coincidencia y es algo que no le creo ni un poquito.
―No te quiero cerca, no interfieras en mi trabajo.
―Ya tenias uno conmigo a mi lado pero decidiste abandonarme por un abogaducho de quinta.
―¿Abogaducho? Enzo, su firma es la mas prestigiosa del país. Si fuera un abogaducho de quinta nunca hubieras aceptado su oferta de ser uno de sus clientes vip. ―frunce el ceño ―Mira, no se que di