Verme profesional es algo que no voy a poder lograr. He intentado controlarme, pero… solo aparecen un sinfín de imágenes catastróficas en mi cabeza que me tienen mas que mareada y con ganas de vomitar.
―¿No vas a vomitar o si?
Miro a mi nuevo jefe rápidamente.
―No, no. solo es que no desayuné bien.
Me mira fijamente con una intensidad muy abrumadora.
―Si vas a trabajar en esta firma debes mantenerte saludable y estable. ¿entiendes?.
―Entiendo.
Cuando el auto se detiene los latidos de mi corazón retumban sin frenesí en cada parte de mi cuerpo provocando enormes ecos que me desestabilizan y solo cuando escucho un “date prisa” de parte de mi jefe es que lo alcanzo antes de que entre.
―Tu atuendo se ve pulcro. Muy bien señorita Sasha.
Sonrío agradecida.
―Gracias señor.
Subimos al elevador. Las puertas se cierran, se abren entre pisos y todos se dan cuenta de mi presencia porque me miran curiosos. Me mantengo al lado de mi nuevo jefe y cuando sale lo hago.
Trato de llevarle el paso, pero e