Victoria no pudo ocultar más el gran problema que tenía; debía hablar con su familia o al menos con Bianca y su madre. Les tenía mucha confianza y en verdad era mejor estar con la familia en ese momento.
Para su madre, enterarse de la verdad al principio la entristeció. ¿Cómo era posible que su hija no les hubiera dicho por lo que estaba pasando? Blanca y Mary viajaron a Inglaterra de inmediato; no había tiempo que perder. Antonio Caballero, al enterarse de que su hija Victoria estaba embarazada y era un embarazo de alto riesgo, se preocupó sobremanera. Pedía al cielo que tanto su hija como su nieto salieran bien.
Acompañadas de sus maletas, Bianca y Mary llegaron hasta la clínica para ver a la próxima madre y su bebé.
Había que esperar, puesto que faltaba un mes, pero era de muy alto riesgo, por ser tres pequeñitos los que estaban en la gran barriga de Victoria. El regaño de su madre, luego de abrazos y besos, no se hizo esperar.
__ Hija, ¿acaso no pensabas decirnos nada a tu padre y