Un secuestro, una violacion, una obsesión, Y un amor prohibido, marcan la vida de Verónica. Una mujer que soñaba tener una vida perfecta al lado de Rodrigo Bianchi, un poderoso CEO que la convierte en su esposa, y que ella ve como el hombre perfecto, aunque en realidad no lo sea. Pero todo cambia, cuando Alejandro Bianchi aparece, y con él, una obsesión que destila fuego. Fuego, que termina envolviendo a Verónica en las llamas de un amor prohibido. ¿Pero que pasara cuando ella descubra el doloroso secreto que guarda Alejandro? ¿Qué pasara cuando Rodrigo se quite la careta y muestre su verdadera personalidad? Esta historia esta llena de Fuego, déjate quemar por ella.
Ler mais¡¡Auxilio!!
Un grito aterrador interrumpió el silencio de una fría noche en la ciudad de Florencia (Italia). Una mujer es subida a una camioneta y llevada sin rumbo fijo. Ella gritaba, a la vez que luchaba contra los hombres que sin decir palabra, ataban sus manos, le ponían una mordaza en el la boca y una venda en sus ojos. El miedo que ella sentía era algo fuera de este mundo, su corazón parecía salirse de su pecho, no entendía la razón de aquella situación. Pensó que esa noche, sería la última de su vida, que todo quedaría sumergido en la oscuridad. De repente, la camioneta dejo de moverse, los hombres la bajaron y ella escucha el sonido de una llave abriendo una puerta, cada sonido la dejaba aún más desconcertada. Estaba confundida, , inundada por el pánico, perdida. Es dejada en ese lugar, el cual estaba en total silencio, ni el soniodo de una mosca se escuchaba, de repente, escucha pisadas que se dirigían hacia ella. En segundos, una voz distorsionada le dice suavemente al oído. _No sabes cómo esperaba este momento Verónica, cada noche lo soñaba, cada dia lo anhelaba, mi sangre hervía de placer cada vez que imaginaba este instante. Ella se queda inmóvi,l pensando, preguntándose. ¿Quién es? ¿Cómo sabe mi nombre? ¿De que esta hablando? Pero sus pensamientos son interrumpidos por las manos del misterioso hombre entrando por debajo de su vestido sin ningún respeto, sin ningún permiso. Ella trata de evitar que él la tocará, Pero era inútil, estaba atada, con los ojos vendados y la boca sellada, totalmente a la merced de ese loco, de ese psicópata, si, Psicópata, ¿Acaso había otra manera de llamarlo? No, no había. Él, sin importarle su negación, sigue recorriendo su cuerpo con sus manos, luego, le quita la mordaza que tapaba la boca de Verónica, y la besa con pasión descontrolada, como un sediento cuando encuentra agua en medio del desierto. Ella aprovecha y le súplica _¡Por favor! Déjeme ir, soy una mujer casada, mi esposo es un hombre muy poderoso y adinerado, él le pagará lo que usted le diga, no va negarle ninguna cantidad de dinero. Él sonrie de manera burlesca, como si ella hubiera dicho algo muy gracioso. Y Tomando su mano le dice: _No necesito dinero, lo único que necesito y quiero esta justo aquí, el dinero no se compara con tu belleza. Después de decirle eso, le arranca el vestido como un animal hambriento cuando logra atrapar a su presa, sin importarle sus suplicas, la hace suya de manera brusca y ordinaria, no hubo piedad, no hubo ningún remordimiento por su parte, solo deseo incontrolable. ** Dos Semanas Después** _¡No!_ Grita Verónica de manera aterradora mientras dormía. _¡Amor despierta! ¡Despierta Verónica!_ Le dice angustiado el apuesto hombre que dormía a su lado. Ella se despierta turbada, un sudor frío recorría su cuerpo, los recuerdos de esa noche no la dejaban en paz. _¿Otra vez soñaste con el secuestro?_ Le Pregunta él. _Si Rodrigo, otra vez_ Le contesta ella agitada, sudorosa. _Definitivamente tienes que ir con un psicólogo, esto no puede seguir así_ Le contesta él con impaciencia. Rodrigo y Verónica se habían casado dos meses y medio antes de lo ocurrido, él era un hombre muy importante, era el CEO de las empresas de su familia, para ella era un hombre maravilloso, perfecto, pero la realidad es que no era así, y ella estaba muy cerca de descubrirlo. Verónica había intentando llevar una vida matrimonial normal, lo último que quería era perderlo, por esa razón, no le dijo que ese hombre que la había secuestrado, la había hecho suya, que la había tomado como presa recién atrapada Todo quedó en un secuestro " Normal" De unas horas, una equivocacion tal vez, como lo dijeron las autoridades. Ella no se atrevía a decirle lo que había pasado. ** Tres Meses Atrás** Florencia ( Italia) _Mi amor, ya tenemos un año juntos y todavía no conozco a tu familia_ Le dice Verónica a su entonces novio, Rodrigo Bianchi. _Veronica, tu sabes que no ha habido oportunidad_ Le contesta él_ Mientras cena tranquilamente. _Claro que si, el cumpleaños de tu madre, el aniversario de la empresa ¿Qué me dices de esas oportunidades? ¿O no quieres presentarme porque no soy de tu mismo nivel económico?_ Le Pregunta ella con cierta tristeza. _No seas tonta, por supuesto que no es por eso, es que mi familia es un poco especial, harán preguntas sobre ti y quiero saber que responder_ Le contesta él. _La verdad, diremos la verdad_ Le contesta ella. _No toda la verdad, no puedo decirles que te criaste en un orfanato y no tienes familia, tampoco estudios ni apellido_Le contesta él. Ella baja la mirada, y le pregunta con tristeza. _¿Entonces si es por mi nivel social?. _Por mi no, es por ellos. Él al ver que ella se entristeció, deja de cenar y le dice. _Ok, hagamos algo, si dices lo que yo te diga, entonces te presentaré este sábado, mi madre hará una cena familiar para celebrar el cumpleaños de mi tía Samantha, aprovecharemos la ocasión_ Le dice Rodrigo_ Mientras pasa su mano por las mejillas de Verónica. Ella feliz por lo que él le había dicho, sonríe ilusionada. Verónica vivía en un apartamento que pagaba Rodrigo, ellos se habían conocido un año atrás en un restaurante elegante donde ella trabajaba como mesera, su belleza lo impactó tanto, que no dudo en conquistarla. Pero su relación era secreta, él siempre le prometía presentarla con su familia, Pero cuando llegaba el momento, sacaba cualquier excusa para no hacerlo, aunque estaba enamorado de ella, el pasado de Verónica en cierta manera lo avergonzaba. Pero parecía que ahora sí sería su novia oficial. Verónica esperaba con ansias ese sábado, se compró un hermoso vestido rojo y unos zapatos altos muy elegantes, su figura escultural seguramente iban a hacer que el vestido le quedará perfecto. El sábado llego y Verónica desde muy temprano empezó a arreglarse, se puso el vestido y recogió su pelo negro largo en forma de cola, luego maquillo sus ojos para resaltar el café claro de ellos, se veía preciosa. Mientras se aplica perfume, tocan la puerta. Ella abre enseguida, y Rodrigo al verla, queda fascinado. _¡Te ves bellísima Verónica! Tanto, que me dan ganas de quedarme y hacerte el amor en vez de ir a esa aburrida cena familiar. _¡Ni lo pienses! No te dare otra excusa para no presentarme a tu familia_ Le contesta ella. _De acuerdo, pero apenas termine la cena, tu y yo vendremos aquí para poder quitarte ese vestido_ Le dice él con voz seductora. Verónica sonríe y luego él le da su brazo para irse. Pero esa cena que tanto alegraba el corazón de Verónica, sería el inicio de su pesadilla, el inicio de todas sus lágrimas. Ella llega del brazo de Rodrigo, la familia la mira sorprendida inmediatamente. _Buenas noches familia_ Dice Rodrigo_ Mientras Verónica está agarrada de su brazo. _¿Rodrigo? Pensé que no vendrías_ Le dice Marie_ Madre de Rodrigo_ Mientras le da un beso. _Claro que iba a venir, Pero está noche no vine solo, ella es Verónica Larios, mi prometida_ Dice él con orgullo. Verónica al escuchar la palabra prometida, queda sorprendida, ella pensó que Rodrigo la presentaría como su novia, no como su prometida. Marie, madre de Rodrigo, también se sorprende. _¡Escuchen todos! Rodrigo está comprometido_ Dice ella en voz alta. Ese anuncio, llamo la atención de Alejandro Bianchi, el hermano menor de Rodrigo, quien se dirigió inmediatamente a la sala. Al llegar, sus ojos se posan inmediatamente en Verónica, la belleza de la prometida de su hermano lo deja atónito, completamente sorprendido.Los días empezaron a pasar cada vez más rápido, Verónica poco a poco iba notando crecer su vientre, eso era algo que la ilusionaba mucho a pesar de las circunstancias, su hijo era la único real que tenía en medio de tanta confusión. Una mañana, mientras desayunaba en total silencio con Rodrigo, él interrumpe ese silencio diciéndole. _ Me iré de viaje mañana, duraré varios días por fuera. Verónica no le contesta nada, ella sigue desayunando sin prestarle la más mínima atención. _¿Acaso no me escuchaste?_ Le pregunta él un poco molesto al ver su silencio e indiferencia. _Si, te escuche, solo que me da igual si te vas de viaje o no_ Le contesta ella sin ninguna prisa, pero si con mucha dureza. Rodrigo toma un sorbo de café y luego sonríe mientras pone la taza sobre la mesa. _¡Ay Verónica! ¿Crees que con esa actitud vas a ganar mucho? ¿Si sabes que si me canso de esas respuestas y de esos modos con que me tratas, vas a terminar en un basurero? Vas quedar peor que una indigen
Verónica tirada en el piso, no podía creer lo que Rodrigo había hecho. Él, mirándola aun furioso, se va al baño. Verónica se levanta y sentándose en el borde de la cama empieza a llorar desconsoladamente. Toma las sábanas de la cama y tapa su cuerpo aún más. En el baño, Rodrigo se mira frente al espejo, él empieza a golpear la pared del baño una y otra vez con su puño. Luego, respirando profundo, sale y le dice a Verónica. _ Tu me obligaste. Ella, con sus ojos llenos de lágrimas, lo mira sorprendida y le pregunta. _¿Yo te obligué? ¿Yo?. _ Si, tu me obligaste, así que no vuelvas a hacerlo Verónica_ Le responde Rodrigo con todo cinismo. Verónica no lo podía creer, nisiquiera se sentía mal por la fuerte bofetada que le había dado, o por haberla obligado a estar con él, él no tenía ningún remordimiento por nada. A la mañana siguiente, Rodrigo se levanta como todas las mañanas y se da una ducha, luego baja a tomar su café, todo como si nada hubiera pasado. Verónica
Verónica al ver a Alejandro se turba inmediatamente. Su corazón empieza a latir muy fuerte y muy rápido. Alejandro la mira fijamente, mientras toma un trago de su copa. Sin dudarlo, se acerca a Verónica y a su hermano. _Buenas noches, que agradable encuentro_ Les dice Alejandro tranquila y pausadamente. _ No pensé que vendrías , estos eventos nunca han sido de tu agrado _ Le contesta Rodrigo. _ Necesitaba venir, hay un asunto que tengo que resolver esta noche_ Le responde Alejandro a su hermano, mirando a Verónica disimuladamente. Entendiendo el mensaje, Verónica dice. _ ¿Me disculpan? Voy al tocador. Rodrigo la mira intrigado, Verónica estaba visiblemente nerviosa. _ ¿Qué haces aquí Alejandro? _ Le pregunta Rodrigo muy serio. _ Ya te dije , tengo un asunto que resolver _ Le contesta él. _ ¿Qué asunto?_ le pregunta Rodrigo. _ Es algo personal hermanito, no seas curioso _ Le contesta Alejandro poniendo su mano sobre el hombro de Rodrigo. Mientras tanto e
Los labios de Alejandro recorrían el cuerpo de Verónica, llevándola cada vez más al extasis y a la locura. Ya no había alternativa, ya no podía escapar, aunque en el fondo ella lo sabía, al aceptar ir a ese lugar sabia lo que pasaría. A ese lugar donde estaría a solas con su tentación. _Dejame Alejandro _ Le dice ella débilmente, como si él se hubiera apoderado de su voluntad. _ No, ya te lo dije, no vas a salir de aquí hasta que te haga el amor, hasta que cada espacio de tu cuerpo este impregnado de mi_ Le responde él excitado, lleno de deseo en cada poro de su cuerpo. No había salida, ya era imposible escapar. Alejandro toma a Verónica entre sus brazos y la lleva a una decorada cama llena de flores, él tenía todo listo, sabía que ese día ella caería rendida entre sus brazos. La acuesta en la cama y empieza a despojarla de la ropa, Verónica solo se dejaba llevar, no tenía voluntad propia en ese momento. Alejandro la deja sin nada, ella esta ante él con su cuerpo
_Me sorprendió mucho tu llamada, ¿Para que me necesitas?_ Le pregunta Samara a Alejandro, intrigada. _¿Rodrigo te boto? ¿No es así?_ Le pregunta Alejandro a Samara. _ ¿Disculpa? Pero no quiero contestar eso_ Le responde ella. _ No importa, me imagino que estas furiosa, indignada, con muchas ganas de vengarte de él_ Le dice Alejandro con un tono malicioso, buscando de ella una interesante respuesta. _ Si, así es, pero tu hermano es un hombre muy poderoso, así que no quiero más problemas_ Le contesta Samara. _¿Pero no te parece injusto que te haya dejado sin nada? Hasta te dejo en la calle, sin un lugar donde vivir, eso merece un castigo ¿O no?_ Le responde Alejandro_ Con un tono malicioso en su voz. _ Ok, entiendo, sabes todo sobre mi, ahora dime que es lo que quieres, ¿Qué es lo buscas?. _ Quiero proponerte un trato, ¿Qué te parece un apartamento, un auto de lujo y mucho dinero a cambio de un favor, un pequeño favor?. Somara sonríe de manera picaresca, se acerca a Alej
Sin salida, Verónica lucha contra su deseo que cada vez es más fuerte. Alejandro juega con sus labios, mientras que con su mano derecha, empieza acariciar su muslo. _No te resistas, ¿Para que negar más esto?_ Le pregunta Alejandro_ Mientras sube más su mano. Verónica ya no puede resistirse más, así que se deja envolver por la pasión, correspondiéndole a Alejandro sin pensar en las consecuencias. Él la lleva hacia su cuerpo y empieza a besarla con una pasión desbordada,, muerde sus labios en cada beso lleno de lujuria que le da. Verónica se siente atrapada, esos labios carnudos la hacen perder la cabeza. Pero en medio de esos besos apasionados, Verónica siente algo que la hace detenerse. _¡No Alejandro, espera!_ Le dice ella_ Apartandolo con ambas manos. _¿Qué pasa?_ Le pregunta él excitado, acalorado. Verónica lo mira fijamente, todavía agitada, ella se pasa sus dedos por los labios, y recuerda los labios de su violador, eran iguales a los de Alejandro. _¿Qué pasa V
Último capítulo