Cruzando el umbral parte 2
—Bien —dijo finalmente—. Sígueme.
Elena obedeció, aunque por dentro sentía que estaba a punto de meterse en un terreno peligroso.
Elena sentía el peso de cada paso mientras seguía a Víktor a través del pasillo. El bullicio de la reunión quedaba atrás, pero la tensión en el aire no disminuía. Sabía que este no era un simple cambio en sus responsabilidades. Algo dentro de ella le gritaba que estaba entrando en un mundo del que quizás no podría salir tan fácilmente.
Víktor la condujo a una sala más pequeña, con muebles de cuero y una iluminación tenue. No era tan lujosa como otras partes de la mansión, pero tenía un aire de exclusividad, como si solo unos pocos tuvieran el privilegio de estar allí. Él se giró para mirarla, su rostro impasible como siempre.
—A partir de hoy, además de ser mi mucama, asistirás a algunos eventos conmigo —dijo con su tono frío y calculador.
Elena entrecerró los ojos, cruzándose de brazos.
—¿Eventos como este?
—Sí. Reuniones, cenas,