Base militar Fort Benning
Algunas semanas antes de volver a Moscú
Georgia-Estados Unidos
Lauren
He acompañado a Arya durante toda su vida.
Nos conocemos desde que el mundo nos arrancó la infancia y nos metió a patadas en aquel orfanato. Desde que cruzamos la primera palabra, no dejamos de hablarnos. Desde entonces, siempre fuimos nosotras contra el mundo: Ary y yo. Hermanas sin la misma sangre, pero con las heridas selladas con la misma furia.
Ella es esa hermana de otra madre que te regala la vida, y yo... yo no tengo familia. Mi mundo gira en torno a tres nombres: Donato, Arya y Giotto.
Amé mi trabajo por encima de todo. Ser soldado fue mi forma de existir, de imponer orden en mi caos. Me gusta dar órdenes. Me gusta que me obedezcan. Aunque nadie lo crea, soy mayor que Arya por un año, y juro que me deleita el sabor de su obediencia cuando le toca morderse la lengua ante mí.
—Abatino —su voz, me arranca de mis pensamientos.
Me giro y ahí está, tan viva y tan muerta al mismo tiempo.