**Mikail**
Sentía que caminaba sobre la cuerda floja. Cada decisión, cada movimiento, cada palabra tenía el poder de derrumbar todo lo que había construido.
Pero no podía permitirlo. No después de haber convencido a Lyra de quedarse a mi lado.
No podía dejar que ningún tercero se interpusiera en mi bien manufacturado plan para hacerme el Alfa más poderoso de todo el territorio.
Tenía que admitir que Tharion me hizo dudar, pero Lyra… Ah, ella me eligió a mí y eso me dio una tranquilidad en medio de esta tormenta de emociones.
La sola idea de perderla me estrujaba el pecho. Necesitaba tenerla cerca, a mi lado.
No solo por deseo, sino porque lo sentía en lo más profundo de mis entrañas: el vínculo entre nosotros seguía ahí, débil, herido… pero vivo. Y debía fortalecerlo.
—Un lobo es más fuerte al lado de su Mate, de su compañera destinada —me repetía, casi como un rezo silencioso—. No puedo dejar que se vaya. Solo así me haré más fuerte.
Lo pensé todo con detenimiento. No estaba dispu