**Mikail**
El golpe resonó en el suelo seco, levantando una ligera nube de polvo.
Vi cómo su cuerpo se estremecía y cómo intentaba apoyarse en sus brazos, pero su fuerza la traicionó.
Lyra soltó un quejido de dolor, uno ahogado, contenido.
No pedía ayuda, no se quejaba más de la cuenta. Solo intentaba ponerse en pie con terquedad, como si prefiriera morir antes que aceptar su debilidad frente a nosotros.
Rowan chasqueó la lengua.
—Vaya, qué curioso —dijo con fingida indiferencia—. Pensé que las antiguas Lunas eran tratadas con algo más de… dignidad.
No respondí de inmediato. Mantuve la mirada fija en Lyra, observando cómo su cuerpo temblaba con el esfuerzo de levantarse.
Se obligó a ponerse de rodillas primero, y sus dedos se aferraron a la tierra.
—En mi manada —respondí finalmente, con voz firme—, todo el mundo trabaja. No hay excepciones.
Rowan soltó una risa baja.
—Interesante. ¿Significa eso que realmente has roto tu vínculo con ella?
Mis ojos se clavaron e