**Mikail**
Krimson seguía ahí, mirándome de una manera que me incomodaba. Sabía que si no desviaba la conversación, pronto me haría preguntas que no quería responder.
Así que hice lo primero que se me ocurrió.
—Encontré indicios de un intruso en las inmediaciones del territorio —dije con voz firme, asegurándome de que mi tono no dejara espacio para dudas—. Toma a un par de guardias y revisa el perímetro. Averigua quién estuvo merodeando y si representa algún peligro.
Krimson me observó largamente, como si intentara decidir si valía la pena desafiar mi orden. Pero al final, simplemente asintió.
Sin embargo, cuando ya se daba media vuelta para irse, se detuvo y me miró por encima del hombro.
—¿Te han dado la noticia? —preguntó con tono neutro.
Fruncí el ceño.
—¿Qué noticia?
—Alguien empujó a Lyra al río.
Mis músculos se tensaron.
—Lo sé —respondí con sequedad—. Averigua si fue alguien de la manada.
Krimson se cruzó de brazos.
—Hay rumores…
—No tengo tiempo para