Mikail
Creí que se irían. Que finalmente Kael tomaría a su hija y desaparecerían de la manada del Rey Lycan como debían.
Pero no. No tuve esa suerte.
—¡Mikail! —gritó detrás de mí, con la voz estrangulada por las lágrimas—. ¡Escúchame, te lo suplico!
Me giré solo para verla correr hacia mí, con los ojos hinchados y el cabello despeinado, arrastrando el ropaje empolvado que no alcanzaba a cubrir su humillación.
—La boda… Mikail, la boda está cerca —murmuró desesperada—. Podemos olvidarnos de todo esto. Podemos regresar a Silverbane, empezar de nuevo…
—¿Olvidarnos de todo esto? —espeté, sintiendo que la sangre me hervía—. ¿Crees que después de lo que hiciste… puedo simplemente vestirme de gala y sonreír en un altar? ¿Después de traicionar mi confianza? ¿Después de mentir y aliarte con una asesina?
Ella lloraba. Las lágrimas manchaban su rostro como si intentaran borrar lo que ya estaba grabado con fuego.
—Te amo… No sabes lo que hice por ti. ¡No sabes lo que Calista me prometió!
—¡No q