Lumen
—¡No hagas eso! —chilló la esclava, al verme verter mi propia sangre sobre una de las heridas de Wendy
La esclava trataba de apartarme a los empujones y Seth la apartó a ella, sin lastimarla, sabía que eso me molestaría mucho.
Los nervios me hacían temblar, dejé caer los hilos de sangre de mi mano temblorosa tratando de rogarle a la diosa luna por una respuesta positiva de su parte. Yo sabía perfectamente que mi aura no era tan poderosa y que las habilidades de curar por sangre eran solo de los prodigios.
Cerré los ojos mientras las lágrimas me caían por las mejillas. Solté un sollozo, aferrándome a Wendy, esperando que mi sangre que fundiera con la de ella.
Sentí una quemazón que fue recorriendo mi nuca y luego, llegó a mis ojos. por el reflejo del cristal de la ventana vi que se tornaron como los de mi loba, como cuando estaba molesta o enfurecida.
Las heridas de Wendy comenzaron a resplandecer débilmente. Fueron cerrándose poco a poco.
Mis ojos no podían creer lo que estaban